domingo, 12 de marzo de 2017

ONU aprueba el derecho a la Paz

La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una declaración sobre el Derecho a la Paz liderada por el movimiento Paz sin Fronteras, creado por los cantautores Miguel Bosé y Juanes.

La declaración contó con el apoyo de la mayoría de los Estados miembros de la ONU.

Paz sin Fronteras emprendió la campaña #DerechoALaPazAhora mediante la cual personalidades reconocidas a nivel mundial se manifestaron a través de sus redes sociales y expresaron su apoyo.

La campaña contó también con la participación de varias ONG en el mundo, instituciones, universidades y gobiernos como el de Cuba y Costa Rica.

De acuerdo con Paz sin Fronteras, “después de casi veinte años, la declaración sobre el derecho a la paz ha sido definitivamente adoptada tras un primer intento llevado a cabo por la Unesco en 1997”.

Agregan que este logro “pasará a la historia de las Naciones Unidas por ser la primera Declaración de Paz aprobada por la Asamblea General en este nuevo Milenio tras la aprobación de la Declaración y Programa de Acción sobre la Cultura de Paz en 1999 por el mismo organismo”.

En su cuenta de Twitter, el cantante Miguel Bosé expresó: “¡Lo hemos conseguido! Tenemos una declaración sobre el Derecho a la Paz. Gracias a todos los comprometidos”.

El movimiento Paz sin Fronteras tiene como objetivo primordial promover la construcción de paz en el mundo mediante el arte y la cultura.

Tomado de: EL TIEMPO

Características de los derechos

1.  Universales: Esto significa que, por el simple hecho de formar parte del género humano, todo individuo tiene estos derechos. Esta característica se vincula con la no discriminación. En la Conferencia Mundial que se hizo en 1993 en Viena, se estableció que todos los estados tenían que asegurar los derechos humanos y las libertades fundamentales. Diversos convenios y resoluciones ratificaron esta decisión.
2. Irrenunciables: Ninguna persona puede ni debe renunciar a ellos.
3.  Permanentes: Una violación a los derechos humanos no prescribe nunca y pueden ser juzgados en cualquier momento. Esto es particularmente relevante en el caso de crímenes de lesa humanidad, que son aquellos cometidos por el propio Estado (o por estructuras de poder que se han apoderado del gobierno) contra sus ciudadanos de manera generalizada o sistemática, como sucedió en Alemania durante el régimen nazi o en la Argentina, en épocas del terrorismo de estado.
4.  Interdependientes: Dado que los derechos son interdependientes, el avance de uno promueve el avance de los demás, mientras que la privación de uno pone en riesgo a otros. Por ejemplo, la falta de acceso a la salud cierra el acceso a todos los demás derechos (trabajo, descanso, etc.).
5.  Progresivos: A medida que la humanidad avanza, se hace necesario contemplar nuevas situaciones, y algunas de estas situaciones pueden derivar en nuevos derechos humanos. Por ejemplo, la maternidad asistida, la muerte digna o el matrimonio igualitario son algunos temas que tocan valores éticos centrales y podrían llegar a generar nuevos derechos en el futuro.
6. Irrevocables: No pueden eliminarse, excepto en situaciones especiales, como frente a la comisión de un delito.
7. Protegen la condición humana: Es claro que, al condenar la esclavitud y la tortura, protegen al ser humano. Tienen como valores supremos la vida, la libertad, la igualdad y la dignidad.
8. Protegen especialmente a los sectores más vulnerables: Se presta especial atención a los niños, las embarazadas y los ancianos en la Declaración de los Derechos Humanos.
9. No discriminación: Los derechos humanos buscan no sólo igualarnos ante el derecho a todas las personas, sino también condenar todo acto discriminatorio referido a nacionalidad, sexo, edad, lugar de residencia, afiliación política, etnia, credo, entre otros.
10. Igualdad de oportunidades: Los derechos humanos tienden a asegurar la igualdad de oportunidades para todas las personas. A su vez, destacan el valor social del trabajo y la educación.

sábado, 11 de marzo de 2017

Paz: Derechos humanos

Los derechos humanos:
  • El derecho a la libertad de reunión
  • El derecho a la propiedad
  • El derecho a la libertad de expresión
  • El derecho a una alimentación adecuada , vivienda, agua y saneamiento
  • El derecho a la privacidad
  • El derecho de voto .
  • El derecho a la libertad de religión
  • El derecho a un nivel de vida adecuado
  • El derecho a la educación.
  • Los derechos en el trabajo
Los derechos humanos universales:
  • A la vida
  • A la integridad personal física, psíquica y moral.
  • A la libertad personal.
  • A peticionar ante las autoridades.
  • A la libertad de expresión.
  • A la protección de la libertad de conciencia y de religión.
  • A reunirse libremente y a asociarse.
  • A la identidad y la nacionalidad.
  • A la propiedad privada.
  • A circular y a residir en el territorio de un Estado.
  • A un juicio justo en un plazo razonable ante un tribunal objetivo, independiente e imparcial y a la doble instancia judicial.
  • A la presunción de inocencia.
  • A la defensa.
  • A no ser discriminado.
  • A trabajar.
  • A la salud.
  • A la cultura.
  • A la protección y asistencia familiar.
  • A la asistencia de niños y adolescentes.
  • A recibir protección y asistencia durante el embarazo y parto.
  • A una alimentación, vestido y vivienda adecuadas.
  • A la educación pública y gratuita en todos los niveles de enseñanza.
  • A un medio ambiente sano y equilibrado.
  • A la autodeterminación de los pueblos.
  • A la protección de su salud, seguridad e intereses económicos y a una información adecuada y veraz en relación al consumo y uso de bienes y servicios
  • A vivir en paz.
  • Al desarrollo humano económico y social sostenible.
¿Cuales son los derechos humanos?
 Los derechos humanos son todas aquellas garantías que protegen la individualidad propia de cada persona, en busca de la no discriminación y la no distinción entre sexos, razas, etnias, religiones, color y demás aspectos sociales y culturales derivados de la diversidad de cada región del mundo.
Para proteger de una forma más completa estas garantías se ha creado la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual tiene vigencia desde el año 1948, a través de la cual los países firmantes se comprometen por medio de la realización de pactos internacionales, a garantizar las mejores condiciones de libertad y respeto para las personas.
Una de las premisas básicas de los Derechos Humanos, es su carácter universal e inalienable, lo que significa que los derechos de las personas serán respetados en cualquier lugar en que se encuentren, además de esto sus garantías de libertad no deberán violarse salvo algunas circunstancias específicas en las cuales la persona deba someterse a las leyes penales.
Los Derechos Humanos tienen también carácter interdependiente; con esto se manifiesta que todos los derechos deben ser protegidos de manera igualitaria y que la protección de unos, facilita la garantía de otros, por lo que para ofrecer una mejor protección a las personas, en ningún momento deberán separarse unos derechos de otros.
Proteger los Derechos Humanos busca principalmente una condición igualitaria y de no discriminación para todos los habitantes del mundo, de manera que se puede lograr una convivencia armónica entre los seres humanos, por medio del respeto y la libertad.
La paz es el estado de convivencia donde el ser humano se encuentra de manera integral en equilibrio, en armonía consigo mismo, con las personas que lo rodean y con la sociedad. La paz interior del ser humano, con su prójimo y con la sociedad, no es un estado emocional o la simple ausencia de conflictos o problemas; es una forma de vida que se sustenta en los pilares del respeto por la dignidad humana, los derechos fundamentales y la práctica de valores éticos y morales.
Pero es necesario ir más allá de los conceptos teóricos y entender que la paz solamente se va a alcanzar cuando se pase de la teoría a la práctica de los pilares mencionados, de la intención a la acción.
La paz es un camino por recorrer un proceso dinámico, de mucho trabajo, esfuerzo, creatividad, persistencia y —por encima de todo— del compromiso de cada uno de los que conformamos la sociedad donde vivimos; desde el lugar donde estamos y desde la medida de nuestras posibilidades, todos podemos contribuir; pero en especial, en aquellas personas que ejercen un liderazgo o que están al frente de una institución, que en muchos casos a través de las leyes y de movimientos sociales generan cambios y determinan el presente y el futuro de una nación, como lo son las autoridades gubernamentales, judiciales, los líderes políticos, sociales, religiosos; los catedráticos, profesores, y los medios de comunicación.
La paz consigo mismo, con el prójimo y con la sociedad, es una forma de vida a partir del respeto por uno mismo y por el otro. En un país donde existe discriminación en cualquiera de sus formas, e intolerancia, veremos una sociedad insensible, sin respeto por la vida ni por la dignidad del ser humano, sin valores ni principios éticos y morales, y por ende, sin paz.
La paz con las personas que nos rodean, con la sociedad, se obtiene cuando asumimos el papel de actores dentro del arduo proceso de formar una sociedad capaz de respetar las individualidades y las diferentes formas de pensar que caracterizan a los seres humanos, fortaleciendo las convergencias y haciendo de las divergencias un punto de partida para el diálogo y la comunicación entre iguales con puntos de vista diferentes. Un diálogo que parta de una premisa fundamental: el respeto por mi interlocutor; pues el hecho de que mi interlocutor piense diferente, no lo convierte en mi enemigo.
También es necesario que trabajemos por la paz como nación; y en este campo juegan un rol fundamental todas aquellas personas que están en una posición de gobierno; pero al mismo tiempo la población es parte importante en el proceso, pues la paz se evidencia en la vida de relación de seres humanos que interactúan y se respetan unos a otros.
Para que haya paz en una nación es fundamentalmente importante contar con tres componentes vitales en la estructura de un país: la democracia, el desarrollo sostenible y la igualdad de oportunidades para todos los habitantes en todos los campos, como en la justicia, educación, salud y progreso económico.
La democracia es el único sistema político que nos garantiza una convivencia pacífica dentro de un marco legal que nos proporcione todas las condiciones para que los Derechos Humanos sean respetados. Quizás en la actualidad este sistema no es perfecto y tiene muchas falencias, pero aun así es la única forma de gobierno que le permita al pueblo participar en la toma de decisiones y reconoce el derecho de elegir y luchar por la justicia, por el respeto de la dignidad humana y los derechos universales.
En una nación donde existen conflictos bélicos —sean estos internos o de carácter internacional— se transgreden muchos derechos fundamentales, como el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad, entre otros; porque cuando un país está en guerra, la población se aísla, las familias se dividen y las invade la zozobra por la violencia, los tratos degradantes y la inseguridad, entre otros factores desestabilizantes.
El objetivo del ser humano es la felicidad; sin embargo, no hay felicidad sin paz. No hay paz en una nación si no se respetan los Derechos Humanos de los ciudadanos. Y para vivir en una sociedad donde se respeten los derechos fundamentales, es necesario que las personas sean educadas con este fin y trabajen por él.
Para que una nación viva en paz, se exige: justicia, libertad, igualdad, seguridad, respeto por la vida y la dignidad del ser humano, sin importar su cultura, nacionalidad, color, origen, sexo, idioma, posición socio económica, opinión política o religiosa.
La Asamblea General de la ONU en la Resolución 39/11 del 12 de noviembre de 1984, en la “Declaración sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz”, proclama solemnemente que los pueblos de nuestro planeta tienen el derecho sagrado a la paz.
Este derecho a la paz es el que debemos promover y salvaguardar para que los demás derechos estén garantizados; y es nuestro deber transmitirlo a las generaciones presentes y venideras para garantizar la vida y la convivencia pacífica en el futuro.
¿Y cómo se transmite este derecho?¿cómo se enseña y se promueve su práctica y su defensa? A través de la educación; porque la educación es un poder, una herramienta para transformar mentalidades y —por ende— para cambiar al mundo. Se educa para la paz o para la guerra, se enseña a amar o a odiar, a respetar o a discriminar.
A través de la educación podemos sembrar en el corazón de las personas, valores y principios que luego proyectará a través de sus acciones; y debemos cuidar que todo lo que sembremos dé buenos frutos, porque  mensaje que se siembra en el corazón pasa a la mente; y como bien lo dice la Unesco: las guerras nacen en la mente de los hombres, y es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz.
Estamos viviendo en una generación que, como nunca antes en la historia, tiene acceso a nuevas tecnologías, avanzadas, y que también posee la capacidad de destrucción masiva. Por esa razón es de vital importancia que la Educación no se concentre en la simple transmisión de conocimiento, porque no deseamos formar asesinos masivos educados, ilustrados.
Educar debe ser más que transmitir conocimientos; es mover a la acción en pro del establecimiento de ideales, como son: el respeto por el otro a pesar de sus singularidades que lo hacen único, la tolerancia, la solidaridad y la ayuda mutua.